Autores: Villasis Keever Miguel Angel, Hernández Gutiérrez Víctor Manuel, Cárdenas Navarrete Rocío, Peña Luis Alberto, Delgado Merino Fanny, Pineda Cruz Ricardo
Objetivo: Determinar la frecuencia y tipo de complicaciones de la alimentación enteral con sonda en pacientes pediátricos hospitalizados. Material y métodos: Diseño: cohorte descriptiva. Durante un período de 6 meses se identificaron a niños hospitalizados que recibieron exclusivamente nutrición enteral con sonda. Se vigilaron desde el momento de la colocación de la sonda hasta el término de la alimentación con sonda, o bien, al egreso hospitalario. Las variables que se registraron fueron: edad, sexo, enfermedad subyacente, tipo de sonda, número de colocaciones de la sonda, tipo de fórmula empleada y su forma de administración. Se consideraron las complicaciones relacionadas a la sonda (mecánicas y por el procedimiento) y a la fórmula (gastrointestinales, hidroelectrolíticas) que identificó el médico tratante de cada paciente. Resultados: Cincuenta y cinco pacientes, 29 (52.7%) del sexo masculino; 26 lactantes y 22 (40%) con desnutrición; las enfermedades gastrointestinales fueron las más frecuentes (25/55). Se colocaron 135 sondas (mediana dos sondas/paciente); 113 sondas de polivinilo y 22 de silicón; 67 sondas se colocaron vía nasogástrica, 53 orogástrica, 11 transpilórica, 6 por gastrostomía. La mediana de tiempo de permanencia de las sondas de polivinilo fue de 5 días; las de silicón de 13. Fórmulas más empleadas: elementales (26), poliméricas (20) y leche entera o humanizada (17). En 30 pacientes (54.5%) se identificaron 48 complicaciones. Las gastrointestinales fueron las más frecuentes: distensión abdominal (19), náuseas y vómito (8), diarrea (7), sangrado de tubo digestivo (5), dolor abdominal (3); estas complicaciones fueron con mayor frecuencia con la fórmula elemental. En cinco ocasiones se observaron complicaciones mecánicas: erosión y sangrado en sitio de colocación de la sonda. La mayoría de las complicaciones mecánicas fue con sondas de polivinilo. En ningún caso, el médico tratante buscó o detectó trastornos hidroelectrolíticos. Las defunciones durante la vigilancia no se relacionaron con el procedimiento. Conclusiones: La utilización de la alimentación enteral con sonda para la nutrición de niños hospitalizados es una técnica que, en general, es segura siempre y cuando se detecten oportunamente las complicaciones para evitar mayor morbilidad.
Palabras clave: Nutrición enteral niños complicaciones.
2003-02-06 | 2,727 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 56 Núm.1. Enero 1999 Pags. 18-26 Bol Med Hosp Infant Mex 1999; 56(1)