Autores: Rabago José, Álvarez Bravo Alfonso, Castelazo Ayala Luis
La provocación del parto antes del término ha sido realizada desde hace varios siglos. Haciendo a un lado los intentos aislados que hicieron Guillemeau, Moriceau, Siegemundin etc., la primera comunicación sobre el tema aparece, según Denman en 1756, a propósito de un Congreso Médico efectuado en Londres en el cual se propuso tal recurso como medio de evitar la elevada mortalidad de la operación cesárea en los casos de estenosis pélvicas. Macauley fue el primero en llevar a cabo la provocación del parto sobre bases científicas. A partir de entonces y bajo las indicaciones más diversas, se intentó la inducción del parto con variados procedimientos médicos y quirúrgicos que la experiencia y la adquisición de nuevos conocimientos fueron desechando. Tales son la utilización de la sabina, ruda, ajenjo, áloes, cantárida, apio, pilocarpina, ergotina, etc., así como marchas forzadas, vendajes compresivos, baños calientes, corrientes eléctricas, bujías, sondas de Krause, lavados vaginales, taponamientos, colpo, metro y procteurynter, laminarias, distención del espacio útero corial por diversas substancias, etc. Todos estos procedimientos han dejado de usarse desde hace largo tiempo.
2011-10-18 | 468 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 77 Núm.5. Mayo 2009 Pags. 250-258 Ginecol Obstet Méx 2009; 77(5)