Autores: Trujillo Alcocer Juan Carlos, Serrano Lozano Julio Abel, Rojas Gómez Cynthia, López Monterubio Alonso Roberto, Bravo Arriola Erik
Objetivo: Determinar la incidencia de complicaciones secundarias a la realización de fístulas arteriovenosas para hemodiálisis entre enero 2009 y junio 2011. Material y métodos: Se revisaron los expedientes de todos los pacientes a los que se les realizó una fístula arteriovenosa entre enero 2009-junio 2011 en el Hospital Lic. Adolfo López Mateos del ISSSTE. Fueron tomados en cuenta el sexo, edad, medición prequirúrgica de los vasos sanguíneos mediante ultrasonido Doppler; tipo de fístula arteriovenosa, tipo de anastomosis realizada, complicación presentada y manejo otorgado. Resultados: Entre enero 2009 y junio 2011 se realizaron un total de 80 fístulas arteriovenosas autólogas y con injerto en el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular. Se encontraron 15 pacientes con complicaciones, excluyendo dos por expediente clínico incompleto, tomando una muestra de 13 pacientes. Se registraron 17 complicaciones en 13 pacientes. Edades entre 37 y 76 años, media de 57.3 años; un total de ocho mujeres y cinco hombres. Catorce fístulas arteriovenosas fueron autólogas (82.3%) y tres con injerto de PTFE (17.7%). Las complicaciones fueron: hipertensión venosa (seis pacientes), trombosis (cinco), aneurismas venosos (dos), síndrome de robo (dos), infección del injerto (uno) e infección de herida quirúrgica (uno). Catorce fístulas fueron desmanteladas y solamente se lograron rescatar tres (17.5%). Conclusiones: La incidencia de complicaciones fue de 18.75%. Lo descrito en la literatura coincide con lo encontrado en el presente estudio respecto a la frecuencia y a los tipos de complicaciones encontrados. Sin embargo, en este caso, la tasa de salvamento de fístulas arteriovenosas es muy baja, solamente se rescataron tres fístulas arteriovenosas (17.5%).
Palabras clave: Fístula arteriovenosa complicaciones autóloga injerto.
2011-10-21 | 5,369 visitas | 3 valoraciones
Vol. 39 Núm.4. Octubre-Diciembre 2011 Pags. 147-152 Rev Mex Angiol 2011; 39(4)