Efecto confusor de la prematuridad en la muerte neonatal asociada con morbilidad obstétrica materna

Autores: Osorno Covarrubias Lorenzo, Watty Cáceres Carolina, Alonzo Vázquez Felipe, Dávila Velázquez Jorge Rubén, Echeverría Eguiluz Manuel

Resumen

Antecedentes: La prematuridad es la principal causa de muerte neonatal en los países industrializados. Objetivo: Determinar si la morbilidad obstétrica o la prematuridad se asocian con mortalidad neonatal. Pacientes y método: Estudio comparativo, retrospectivo de una cohorte de 25,365 neonatos que nacieron entre el 1 de enero de 2000 y el 31 de diciembre de 2004. Se comparó la mortalidad neonatal con el número de consultas prenatales, gemelaridad, preeclampsia-eclampsia, cesárea y duración de la rotura de membranas, estratificada por semanas de gestación y en neonatos pretérmino o de término según fuera conveniente. Se calculó la ji al cuadrado y, como medida de asociación, la razón de momios con intervalo de confianza de 95% (IC95%) Resultados: Al controlar la edad gestacional no hubo diferencia estadística significativa entre la mortalidad neonatal y el número de consultas prenatales, embarazos únicos o gemelares, mujeres con preeclampsia-eclampsia y embarazos sin complicaciones. Tampoco hubo diferencia en la mortalidad de recién nacidos por vía vaginal o cesárea, al controlar la edad gestacional, malformaciones y morbilidad materno-fetal u obstétrica. En neonatos pretérmino la rotura de membranas de 48 horas o más se asoció con mayor riesgo de mortalidad (RM 3.05 IC95% 1.64-5.66). Conclusiones: Con el análisis estratificado se observó que la prematuridad, más no el número de consultas prenatales, gemelaridad, preeclampsia-eclampsia, cesárea fueron factores asociados con mortalidad neonatal. La duración de la rotura de membranas es un factor independiente de prematuridad.

Palabras clave: Prematuridad mortalidad neonatal morbilidad obstétrica preeclampsia/eclampsia control prenatal.

2011-10-26   |   634 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 77 Núm.6. Junio 2009 Pags. 277-281 Ginecol Obstet Méx 2009; 77(6)