Fragmento

El arquitecto de tu propio destino De ninguna manera me apropio esta frase del ilustre poeta Amado Nervo, que pertenece al mismo poema que termina con una frase con la que no comulgo: “...Vida nada me debes, vida estamos en paz” Me pregunto: ¿Se vale hoy en día estar en paz con la vida? Más aún, ¿se pueden cerrar las cuentas a cero con la vida? ¿Somos en realidad capaces de diseñar nuestras vidas con la precisión con la que lo hace un arquitecto? ¿De ser, así dónde están los planos, los cálculos y los permisos de uso de suelo? Pero empecemos un poco más atrás, ¿Qué es la vida, sino el recuento de nuestra propia historia? Actuada, narrada, e incluso editada por nosotros mismos. De ninguna manera pretendo competir con siglos de reflexión de filósofos y pensadores que han intentado descifrarla y entenderla. Yo simplemente me conformo con asimilar mi parte, como uno más de los siete mil millones de tripulantes de la “Nave Tierra”, un granito de polvo cósmico que gira alrededor de una gran bola de fuego que se quema a 11,000 grados mientras viaja en la nada a una velocidad mayor a 250 veces la velocidad de una bala recién disparada. Hace poco escuché la siguiente frase en la radio y no he podido corroborar si en verdad está en alguna de las obras de William Shakespeare: “El destino es el que reparte las barajas, pero somos nosotros los que jugamos la partida”.

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2011-10-28   |   729 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 68 Núm.4. Julio-Agosto 2011 Pags. 159-160 Rev ADM 2011; LXVIII(4)