Históricamente ha existido un monopolio del saber, no sólo en manos de los hombres sino también de la clase social dominante que necesita reproducirse, asegurando su permanencia en el poder y la mujer en este sistema androcéntrico ha sido relegada a un segundo plano y el terreno educativo no ha sido la excepción. Desde la época de los griegos, las mujeres eran excluidas de la educación, ellas no eran consideradas ciudadanas y no participaban de las discusiones tal y como lo demuestran los Diálogos de Platón. Las universidades, inicialmente, eran controladas por la Iglesia, aún a mediados del siglo XVIII estaba explícitamente prohibida la entrada a las mujeres.
2011-11-01 | 999 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 27 Núm.5. Septiembre-Octubre 2011 Pags. 467-469 Med Int Mex 2011; 27(5)