Un sábado por la tarde, un grupo de niñas adolescentes hojea unas revistas de moda en un centro comercial en Nueva Jersey. Bolsas de compra llenas de nuevas adquisiciones yacen a sus pies, mientras hablan entusiasmadas sobre lo que está de moda llevar este verano. Lejos, en Tanzania, un joven lleva con orgullo una camiseta impresa con el logo de un equipo Americano de baloncesto, mientras busca pantalones que se ajusten a su esbelta figura en los puestos del mercado local; mitumba. Aunque aparentemente dispares, estos dos escenarios se conectan a través del sorprendente ciclo de vida de las prendas de vestir. ¿Cómo es que una camiseta vendida inicialmente en un centro comercial de EE.UU. para promover a un equipo deportivo de América termina siendo usada por un adolescente en África? La globalización, el consumismo y el reciclaje convergen para conectar estas escenas. La globalización ha hecho posible producir cada vez más prendas de vestir a precios más bajos, precios tan bajos que muchos consumidores consideran esta vestimenta como desechable. Algunos lo llaman “moda rápida”, el equivalente en la moda de “comida rápida”.
2011-11-04 | 671 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 10 Núm.29. Julio-Septiembre 2008 Pags. A52-A59 CyT 2008; 10(29)