Cuando el Dr. Díaz Jouanén me invitó a hablar sobre la influencia del maestro Zubirán sobre mí y sobre sus múltiples alumnos, pensé que había quedado grabado en mi mente y en mi corazón la influencia del maestro. Lo conocí en 1945 cuando en la carrera de medicina se comentaba entre los estudiantes, que el curso de gastroenterología que se impartía en el cuarto año de la carrera de medicina, el mejor era el de los maestros Zubirán y Sepúlveda. Un requisito era tener un promedio alto en la carrera y estar dispuesto a estudiar. Me pareció excelente la idea de inscribirnos en ese curso y con un grupo de compañeros lo hicimos. El maestro Zubirán daba la clínica, y el maestro Sepúlveda la parte teórica. Habían seleccionado a un grupo destacado de médicos jóvenes que posteriormente se fueron a especializar en el extranjero quienes participaban como instructores y propiamente tutores de los estudiantes. Ellos buscaban y seleccionaban a los pacientes en el Hospital General, nosotros elaborábamos las historias clínicas que eran discutidas con los instructores y posteriormente eran presentadas y discutidas junto con los pacientes en las lecciones clínicas.
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2003-02-06 | 1,052 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 50 Núm.5. Septiembre-Octubre 1998 Pags. 379-381. Rev Invest Clin 1998; 50(5)