Autores: Hernández Herrera Ricardo Jorge, Ramírez Sánchez Luis Fernando, Cortes Flores Raúl, Acuña Reyes José Román, Carmona Martínez Gerardo
Los tumores pélvicos suelen ser benignos hasta en 87% de los neonatos; los de origen ovárico son frecuentemente quísticos y benignos. Se reporta el caso clínico de una mujer embarazada de 26 años de edad, primigesta, a quien a su feto se le detectó, a las 24 semanas de gestación, un quiste abdominal de 3.5 cm de diámetro en el hueco pélvico, no móvil. El embarazo culminó por cesárea y se obtuvo una niña que pesó 3,400 g. Se le practicaron tres ultrasonidos: al nacer, al mes y dos meses de edad. Se le encontró un quiste de ovario con las mismas características. A los tres meses de edad se observó, en el cuarto ultrasonido de control, que la imagen quística ya no se encontraba en el hueso pélvico, sino libre en la cavidad abdominal, por lo que se decidió efectuarle una laparotomía exploradora, en la que se encontró un quiste de ovario amputado, libre en la cavidad abdominal de 3.5 x 4 cm de diámetro. Los resultados de patología reportaron un ovario con áreas de necrosis y contenido quístico saculado.
Palabras clave: Quiste de ovario diagnóstico prenatal torsión amputación.
2011-11-11 | 617 visitas | 10 valoraciones
Vol. 77 Núm.8. Septiembre 2009 Pags. 372-375 Ginecol Obstet Méx 2009; 77(8)