Autor: Balabú Marisol
Las enfermedades hepáticas se presentan en menos de 0.1% de los embarazos. Ocasionalmente la enfermedad y disfunción hepática complican la gestación. Durante el embarazo es habitual encontrar un descenso de la albuminemia y un aumento de la fosfatasa alcalina de origen placentario; sin embargo, las concentraciones de transaminasas, bilirrubina total y gammaglutamiltranspeptidasa, permanecen inalteradas durante la gestación. Una modificación de dichas determinaciones deben ser motivo de estudio. Las enfermedades hepáticas que se presentan en asociación con el embarazo pueden tener relación o no con el mismo. Pueden ser enfermedades propias del embarazo, concomitantes o previas con éste, por ello, son divididas en tres catergorias: a) Enfermedades hepáticas propias del embarazo: Hiperemésis gravídica, Hígado graso agudo del embarazo (HGAE), Colestásis intrahepática del embarazo, Síndrome de HELLP (hemólisis, elevación de las enzimas hepáticas y descenso de plaquetas), preeclampsia/eclampsia. b) Enfermedades hepáticas previas al embarazo: Cirrosis hepática, Enfermedad de Wilson, Hepatitis autoinmune, Hepatitis crónicas virales, tumores hepáticos. c) Enfermedades hepáticas coincidentes con el embarazo: Hepatitis virales agudas, hepatitis tóxicas, enfermedades de las vías biliares, Síndrome de Budd-Chiari (SBC).
2011-11-14 | 556 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 65 Núm.1. Enero-Marzo 2011 Pags. 62-64 Revista GEN 2011; 65(1)