La obesidad infantil está aumentando en todo el mundo y se asocia con un aumento de los factores de riesgo cardiovascular en la infancia. En niños, la obesidad se asocia con hipertensión arterial, alteraciones en la función vascular, dislipidemia, formación de ateroma, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, inflamación sistémica, apnea obstructiva del sueño y estrés oxidativo. El riesgo es mayor cuando se asocian factores adversos. La obesidad se extiende desde la infancia hasta la vida adulta y la suma de factores de riesgo negativos predice la presencia de manifestaciones clínicas cardiovasculares terminales. Los adultos que eran obesos cuando niños tienen mayores tasas de obesidad y sus secuelas: un mayor grosor íntima-media, menor distensibilidad vascular mediada por flujo, hipertrofia ventricular izquierda y aterosclerosis, presentan una mayor mortalidad general y específica por causas cardiovasculares, así como un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, en el seguimiento a largo plazo. Los factores genéticos y ambientales contribuyen a la agregación familiar de la obesidad, los padres obesos constituyen un fuerte predictor de obesidad en los niños. Sin embargo, también se observa en estas familias la agrupación de costumbres perjudiciales para la salud como tabaquismo, malos hábitos dietéticos, menor actividad física y una mayor ingesta de alcohol, lo que implica la necesidad de intervenciones multifactoriales.
Palabras clave: Presión arterial niños lípidos síndrome metabólico obesidad.
2011-11-18 | 820 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.2. Mayo-Agosto 2009 Pags. 93-97 Rev Gastrohnup 2009; 11(2)