Infección urinaria en pediatría.

Definición, epidemiología, patogenia, diagnóstico 

Autores: Moriyón Juan Carlos, Petit de Molero Nelly, Coronel Valerio, Ariza Marcos, Arias Gómez Armando, Orta Sibú Nelson

Resumen

La Infección de Vías Urinarias (IVU) es una entidad clínica inducida por la invasión, colonización y multiplicación microbiana del tracto urinario que sobrepasa la capacidad de los mecanismos de defensa del huésped, y es expresión de alteraciones morfológicas o funcionales. Es causa frecuente de morbilidad, afecta al 5 -11% de los niños y constituye la causa más frecuente de consulta nefrológica documentada en Venezuela. La detección precoz de IVU y el estudio adecuado del paciente son elementos importantes en la prevención de daño renal y progresión a enfermedad renal crónica. Los factores determinantes para producir daño renal son: infección urinaria febril, uropatía obstructiva anatómica o funcional, reflujo vesicoureteral con dilatación, retardo en el inicio del tratamiento, presencia de Echerichia coli. El diagnóstico de IVU se relaciona con: las manifestaciones clínicas, pero son variables y dependen de la edad, sexo y alteraciones anatómicas, urológicas y/o neurológicas existentes, por lo que es necesario mantener un elevado índice de sospecha, especialmente en recién nacidos y lactantes febriles. El urocultivo es la prueba esencial para el diagnóstico, por lo cual debe realizarse antes de iniciar el tratamiento antibiótico; el diagnóstico etiológico se realiza por la presencia de bacteriuria significativa. La técnica menos invasiva para recolección de la muestras es la obtención de orina del chorro medio de una micción espontánea, previa higiene perineal. Los recuentos bacterianos para considerar positivo el urocultivo varían con la técnica de recolección de orina.

Palabras clave: Infección urinaria uropatias reflujo vesico ureteral examen de orina urocultivo.

2011-12-05   |   1,147 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 74 Núm.1. Enero-Marzo 2011 Pags. 23-28 Arch Venez Pueri Pediatr 2011; 74(1)