El cáncer cervicouterino es una enfermedad prevenible, detectable y, generalmente, curable si se diagnostica en sus estadios iniciales. La disminución de su mortalidad a partir de la introducción de la citología de Papanicolaou es buena muestra de ello. Una tasa nacional elevada de mortalidad por cáncer cervicouterino es no sólo un fracaso de los sistemas de salud sino una tragedia económica, familiar y afectiva que refrenda las evidencias de una inequidad social. Para reducir el riesgo de cáncer cervical invasor se dispone, actualmente, de estrategias que deben emprenderse desde cinco frentes: 1) la educación para la prevención, 2) la vacunación contra VPH-AR, 3) la resección, en casos selectos, de la zona de transformación infectada por VPH-AR; 4) la detección, el diagnóstico y el tratamiento de las lesiones precursoras (lesión escamosa intraepitelial de alto grado y adenocarcinoma in situ) y 5) la vigilancia epidemiológica de las mujeres tratadas.
2011-12-06 | 1,785 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 79 Núm.12. Diciembre 2011 Pags. 816-818 Ginecol Obstet Méx 2011; 79(12)