Autor: Ruiz Francisco
Desde hace algún tiempo, la reina AMMVEPE agoniza. Al parecer tendrá que morir como los grandes proyectos. En silencio. En nuestro gremio estamos tan ocupados en resolver tantos y tantos asuntos, que prácticamente una asociación por sí sola no significa demasiado, aunque muchos hayan dado tiempo, dinero y esfuerzo para crearla, mantenerla y también (aquí está lo paradójico) para aniquilarla. Hace algunos años (para ser concreto, treinta) la AMMVEPE crecía, al igual que otras asociaciones, muy pocas. A ritmo acelerado había cursos, congresos, reuniones mensuales y actividades profesionales que pusieron en alto la especialidad de pequeñas especies; había renombrados especialistas sólo por pertenecer a ésta, ya que no había especialidad. Eso también lo daba la AMMVEPE. Había entusiasmo por pertenecer a ella, nacían pequeños boletines. Informaban y formaban a los colegas en los vericuetos y arte de la medicina de perros y gatos. Más tarde, la publicación formal como revista científica y académica; los compañeros académicos querían publicar, todo parecía tan claro y tan prometedor que muchos pensamos que el futuro estaba asegurado.
2011-12-19 | 559 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 22 Núm.5. Septiembre-Octubre 2011 Pags. 116 Revista AMMVEPE 2011; 22(5)