Académico Ricardo Rueda González

Autor: Otero Ruiz Efraím

Fragmento

Anonadados por lo impetuoso de su separación definitiva nos reunimos aquí hoy bajo el cielo invernal de una Bogotá doliente para despedir los restos mortales de un paradigma de académicos, de señores y amigos como fue Ricardo Rueda González. Quizás así lo hubiera querido él, epítome de la elegancia y el ingenio bogotanos, para irse de esta tierra ajustando su corbata Tremlet, su chaqueta de Tweed y su bufanda de Cachemira como para salir airoso de este club del mundo moderno, que lo tenía ya aburrido por lo abigarrado, por lo vulgar y por lo anónimo; y llegar a donde el Padre Eterno sin presumir, confirmando que “la elegancia es el arte de pasar desapercibido”, como lo hubiera dicho Oscar Wilde, uno de sus autores preferidos.

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2012-01-25   |   835 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.4. Octubre-Diciembre 2011 Pags. 311-312 Medicina Ac. Col. 2011; 33(4)