The need-adapted integrated treatment in Sant Pere Claver-Early Psychosis Program (SPC-EPP) in Barcelona, Spain

Autores: Domínguez Martínez Tecelli, Vainer Elías, Massanet María Antonia, Torices Iván, Jané Mercè, Barrantes Vidal Neus

Resumen

Los trastornos del espectro psicótico presentan un curso crónico y episódico que provoca alteraciones en todas las áreas de la vida, generando importantes grados de discapacidad, pérdida de funciones psicosociales, grandes costes económicos, una comorbilidad considerable y sufrimiento tanto para los pacientes como para sus familias. A pesar de que el tratamiento farmacológico y psicosocial ha ayudado a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida, en muy pocas ocasiones se logra una recuperación satisfactoria en los niveles psicológico y funcional. Durante los últimos 15 años, el optimismo creciente sobre la posibilidad de mejorar el pronóstico de la psicosis y alterar con ello el tradicional curso negativo de la enfermedad, ha producido una reforma sustancial en la práctica clínica y en el desarrollo de estrategias de intervención temprana en muchos países. De esta manera, el desplazamiento del foco de atención desde las fases estables o residuales de la psicosis hacia los inicios de la misma está suponiendo una serie de innovaciones y avances, tanto en la evaluación y diagnóstico, como en las modalidades terapéuticas y en la consiguiente reordenación de los servicios asistenciales. Cada vez existen más grupos en todo el mundo que establecen programas clínicos e iniciativas de investigación centradas en la psicosis temprana. Cada uno de estos programas tiene características particulares y rasgos propios en cuanto a las modalidades de tratamiento o los instrumentos de evaluación, pero la mayoría comparte una serie de elementos y objetivos en común: a) detectar de forma precoz nuevos casos; b) reducir el periodo de tiempo desde que el paciente presenta una sintomatología claramente psicótica hasta que recibe un tratamiento adecuado (duración de la psicosis no tratada); y c) proporcionar un mejor y continuo tratamiento en el «periodo crítico» de los primeros años de la enfermedad. En el contexto de la prevención e intervención temprana, el trabajo con la familia puede ser crucial, ya que los familiares son los principales cuidadores informales y son una parte fundamental para la recuperación del paciente. La mayoría de intervenciones familiares ofrece psicoeducación y/o terapia familiar que ayudan a desarrollar estrategias de adaptación y afrontamiento, disminuir el estrés y la carga a largo plazo, así como a mejorar la comunicación y resolución de problemas. Los programas de intervención en la psicosis temprana están formados habitualmente por equipos interdisciplinarios que proporcionan una amplia serie de servicios integrados que suelen incluir psicoeducación, manejo clínico de casos e intervenciones grupales. Las intervenciones específicas incluyen generalmente farmacoterapia, manejo de estrés, prevención de recaídas, apoyo y rehabilitación social y laboral, así como terapia familiar y cognitiva. El desafío actual en la aplicación de intervenciones en la psicosis temprana consiste en: 1. conseguir adaptar aquellas modalidades de tratamiento que ya han demostrado su eficacia en las fases estables y residuales de la enfermedad a los inicios de la misma; 2. integrar y desarrollar nuevas formas de terapia que se adapten a las características específicas de cada una de las fases iniciales de la psicosis (fase prodrómica o de alto riesgo, inicio de la psicosis o primer episodio de psicosis y «fase crítica» o poscrisis); y 3. Adecuar los tratamientos de manera individual en vez de aplicarlos de forma homogénea. Un ejemplo de la integración de todos estos aspectos es el «tratamiento integrado y adaptado a las necesidades» desarrollado por el grupo de Alanen et al. en Finlandia, que combina diferentes formas de tratamiento de una manera flexible y diseñadas en función de las necesidades de cada caso. Tomando como base el trabajo del grupo finlandés, actualmente se está llevando a cabo un Programa de Psicosis Incipiente (PPI) en la Fundació Sanitària Sant Pere Claver de Barcelona, destinado a jóvenes entre 14 y 35 años con estados mentales de alto riesgo (EMAR), primeros episodios de psicosis (PEP) y en la fase poscrisis psicótica. Los casos incluidos en el programa derivan de diversos recursos comunitarios (atención primaria, psicólogos de las escuelas, servicio de urgencias hospitalarias, unidad de agudos, etc.) y valorados exhaustivamente por el equipo asistencial para definir el tipo de tratamiento en función de las necesidades particulares del paciente y de su entorno. Las modalidades de tratamiento que ofrece el PPI son: terapia individual y grupal, psicoterapia unifamiliar, psicoterapia multifamiliar, psicoeducación y tratamiento farmacológico en aquellos casos que sea necesario. Además, se cuenta con un profesional que hace visitas a domicilio, da seguimiento y tratamiento asertivo comunitario a aquellos pacientes que tienen dificultades para acceder y mantener una vinculación con los servicios de salud mental. Durante el PPI todos los pacientes tienen visitas de seguimiento semanal con el psiquiatra referente, el psicólogo(a), trabajador(a) social y/o el personal de enfermería. El objetivo del presente artículo es presentar y describir el tratamiento integrado y adaptado a las necesidades del Programa de Psicosis Incipiente-Sant Pere Claver (PPI-SPC) que se está llevando a cabo actualmente en un centro especializado de Barcelona (España).

Palabras clave: Detección e intervención temprana psicosis incipiente tratamiento integrado y adaptado a las necesidades.

2012-01-26   |   801 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 34 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2011 Pags. 517-524 Salud Ment 2011; 34(6)