Autores: Lara Muñoz María del Carmen, Fouilloux Morales Claudia, Arévalo Ramírez Minou del Carmen, Santiago Ventura Yuridia
Una de las limitantes más importantes que explican la diferencia entre las personas que necesitan servicios de salud mental y las que acceden a éstos, es el insuficiente número de psiquiatras. La media mundial de psiquiatras por cada 100 000 habitantes es de 3.96 (DE 5.94), la distribución de psiquiatras varía de una región a otra; existe un promedio de 0.06 en los países de bajos ingresos y de 9.0 en los de altos ingresos. La psiquiatría, como especialidad médica, es relativamente reciente. Es hasta el siglo XIX cuando el tratamiento de los trastornos mentales empieza a ser objeto de una especialidad médica. En México, la enseñanza de la psiquiatría como especialidad independiente se inicia en 1950. En 2010 se abrieron 137 plazas para la realización de la residencia en psiquiatría en diferentes partes de la República Mexicana. A pesar de esto, el número de psiquiatras es insuficiente además de que el ámbito de su actividad no corresponde a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. El objetivo del presente trabajo fue determinar el número y la distribución de los psiquiatras en la República Mexicana y proponer nuevos campos de acción del psiquiatra. Metodología: Se realizó un estudio descriptivo, transversal, heterodémico. Se revisaron las siguientes fuentes de información: el Directorio de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM) de 2008, el Directorio del Consejo Mexicano de Psiquiatría (CMP) de 2008, el Censo de 1990 y el II Conteo de Población y Vivienda 2005. Resultados: En el Directorio de la Asociación Psiquiátrica Mexicana se encontraron 1397 socios activos. En el Directorio del Consejo Mexicano de Psiquiatría están anotados 1430 psiquiatras certificados. En los últimos 20 años hubo un incremento de psiquiatras del 29%, pues pasaron de 1108 a 1430. Para el 2005 la población aumentó de 81.2 a 103.3 millones de personas, es decir hubo un incremento del 27%. Esto indica que la cantidad de psiquiatras se ha mantenido constante respecto al número de habitantes. Observamos que, en total, hay más psiquiatras certificados que miembros de la APM. En cuanto al segundo objetivo, a excepción del Distrito Federal, en el resto del país el número de psiquiatras por número de habitantes es notablemente inferior a la media mundial de 3.96/100 000 habitantes. En promedio, hay 1.3 psiquiatras/100 000 habitantes. En 22 Estados hay menos de un psiquiatra/100 000 habitantes. No se identificó ningún psiquiatra adscrito al primer nivel de atención y casi la mitad estaba adscrita a hospitales psiquiátricos. Conclusiones: En México el número de psiquiatras es insuficiente para atender las necesidades de la población por lo que la opción es, como ha propuesto la OMS, reestructurar la atención a los trastornos mentales. En el modelo propuesto se establece un continuo desde la atención que se proporciona directamente en la comunidad, hasta la que se proporciona en los llamados centros de «alta especialidad», los hospitales psiquiátricos. Este continuo ha sido descrito de manera piramidal, por lo que en la base, en la que se concentran la mayoría de las acciones, está el autocuidado, y en el vértice, la atención especializada. En esta pirámide de atención, ¿donde deberíamos estar los psiquiatras? A primera vista pareciera que el ámbito natural de actividad del psiquiatra estaría en los servicios de psiquiatría como tales, en el hospital general y en los hospitales de especialidad. Sin embargo, en una estructura piramidal como la descrita, la mayoría de las intervenciones corresponden a la base: autocuidado, atención informal en la comunidad y atención de salud mental por medio de los servicios de atención primaria. Actualmente los servicios de salud mental son extremadamente limitados, especialmente en el primer nivel, donde practicamente no hay psiquiatras laborando en ellos.
Palabras clave: Psiquiatras servicios de salud mental primer nivel de atención.
2012-01-26 | 1,207 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 34 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2011 Pags. 531-536 Salud Ment 2011; 34(6)