Autores: García Maldonado Gerardo, Saldivar González Atenógenes Humberto, Llanes Castillo Arturo, Sánchez Juárez Indira Guadalupe
Un tema de gran interés a lo largo de la historia de la psiquiatría, ha sido el relacionado a los sistemas diagnósticos. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), integran los criterios diagnósticos comúnmente utilizados en la práctica psiquiátrica. El DSM en su cuarta edición revisada, es ya insuficiente para el trabajo clínico actual, por lo que se ha estado trabajando en la configuración de lo que será el DSM-V (quinta edición); no obstante, aún y con toda la planeación, se teme que no se logren cubrir todas las necesidades de la psiquiatría moderna. La primera edición del DSM fue publicada en la década de 1950; esta versión del manual, y la subsiguiente, reflejaban la psiquiatría psicodinámica de esa época. En la década de 1980 se publicó la tercera edición y su versión revisada, en las que predominaban las consideraciones descriptivas y sindromáticas. Años después fue publicada la cuarta versión y una revisión posterior de este manual en el año 2000. Los primeros esfuerzos para iniciar el proceso de integración del DSM-V se iniciaron desde 1999. Desde ese año, hasta el 2007, se planificó la investigación y la documentación técnica por medio de un programa de investigación. Del año 2004 al 2007 se llevó a cabo la segunda fase del proyecto denominada «perfeccionamiento del programa de investigación para el DSM-V». De enero a mayo del 2010 se efectuó una prueba piloto con diferentes poblaciones y las revisiones propuestas por los grupos de trabajo. En el 2011 se revisarán los criterios diagnósticos propuestos y las medidas dimensionales. En el año 2012 se preparará el proyecto de texto final, y en mayo del 2013 se planea presentar el DSM-V en la Reunión Anual de la Asociación Psiquiátrica Americana, en San Francisco, California. Han sido numerosas las propuestas de autores externos e independientes para el desarrollo del DSM-V, como es el caso de la conveniencia de definir estadios de acuerdo a la progresión de la enfermedad o bien establecer criterios diagnósticos de laboratorio, e incluso favorecer una estadificación clara de las patologías psiquiátricas. En cuanto a los trastornos somatomorfos, muchos clínicos están de acuerdo en eliminar esta entidad y elaborar los diagnósticos con una descripción multidimensional adicional. Algunos expertos proponen integrar un diagnóstico denominado «adicción al Internet». Diferentes investigadores recomiendan que el comportamiento suicida sea considerado como un diagnóstico separado y documentado en un sexto eje del esquema multiaxial. Hay dos propuestas interesantes para el DSM-V, una es el síndrome del comedor nocturno y la otra la obesidad, al existir en estos casos un consumo compulsivo de alimentos y una dificultad para restringirlos, lo que podría tener implicaciones adictivas. En el caso de las parafilias se plantea la necesidad de que se trabaje en el aspecto descriptivo, semántico y lingüístico. Se ha descrito la importancia del estrés postraumático, pero se sugiere también un trastorno de estrés «pre-traumático» como diagnóstico en el DSM-V. En los trastornos de inicio en la infancia, niñez y adolescencia, se ha planteado incluir en la próxima taxonomía el denominado «trastorno por disregulación del temperamento con disforia». En lo referente al trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se considera que los criterios actuales son insuficientes, y se propone incrementar la edad de inicio del trastorno. Para el autismo se sugiere considerarlo como espectro autista, eliminando el trastorno de Asperger. Finalmente en opinión de los autores de este trabajo, existe por el momento una diversidad de cuestionamientos que deberá valorarse con seriedad, toda vez que el manual evidentemente seguirá siendo de uso clínico continuo en diferentes latitudes. El desafío será establecer la mejor forma de aplicar los criterios diagnósticos tomando en cuenta el contexto cultural y social en el que se trabaja, lo que, por lo revisado, sigue siendo un punto pendiente para los encargados de revisar la próxima versión del manual.
Palabras clave: DSM-V trastornos historia propuestas criterios.
2012-01-27 | 913 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 34 Núm.4. Julio-Agosto 2011 Pags. 367-378 Salud Ment 2011; 34(4)