Consideraciones sobre la inapetencia infantil y la adopción de hábitos alimentarios saludables

Autor: Ducuara Mora Pedro Enrique

Resumen

Adoptar estilos saludables de alimentación requiere de un proceso de enseñanza que involucra los estímulos y el ejemplo que pueden generar los padres y demás cuidadores sobre los niños y de esta forma evitar el consumo inadecuado de alimentos y mejorar la aceptación de una gran variedad de productos alimenticios cuando son introducidos en la dieta infantil. Se concibe como una alternativa razonable para la adopción de una conducta alimentaria saludable empezar a educar y fomentar una alimentación adecuada desde la infancia, incluso, cuando aun el feto se encuentra en el vientre materno por medio de la alimentación de la madre. Las sensaciones de hambre y de saciedad están influenciadas por mecanismos fisiológicos mediados por hormonas y estructuras del sistema nervioso y como también por factores genéticos que influyen sobre la expresión de estos elementos moleculares implicados en la estimulación de las sensaciones. Además, los nutrientes y otros elementos de los alimentos, los comportamientos y actitudes de la familia y el entorno en el que se encuentra el individuo puedan llegar a determinar los patrones alimentarios de la población infantil. La conducta alimentaria es una condición que está influenciada por situaciones internas y eternas al individuo y algunos de ellos se pueden intervenir para lograr la adquisición de hábitos alimentarios saludables en la población infantil. En este sentido, la familia y especialmente las madres inciden de manera determinante en el comportamiento y consumo de alimentos en los niños. Para el presente artículo, se realizó una revisión no sistemática en medios electrónicos empelando principalmente la base de datos ISI Web of Knowledge.

Palabras clave: Hambre saciedad consumo de alimentos conducta alimentaria apetito.

2012-02-22   |   891 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 25 Núm.2. Julio-Diciembre 2011 Pags. 153-167 CES Medicina 2011; 25(2)