Viaje en avión, riesgos y previsiones a considerar en los niños

Autor: Aguerre Verónica

Fragmento

Dada la alta frecuencia del uso de transporte aéreo para recorrer grandes y medianas distancias, es importante considerar las eventuales repercusiones del viaje en avión sobre la salud del niño con y sin enfermedad respiratoria. En los últimos años se han publicado diferentes guías con recomendaciones para el manejo de pacientes que planean viajar en avión. Si bien no hay estadísticas disponibles sobre eventos adversos pediátricos relacionados con el viaje en avión, es importante que el pediatra tenga en consideración los aspectos relacionados con la salud en los vuelos, que pueda identificar aquellos niños con mayor riesgo de complicaciones y tenga presente la mayor susceptibilidad fisiológica de los niños más pequeños al desarrollo de hipoxia. Características del medio ambiente en el avión Si bien los aviones comerciales vuelan a una altura real entre 9000 y 12 000 metros, sus cabinas están presurizadas durante el vuelo a una presión equivalente a una altitud de 1525 a 2440 metros. A dicha altura, la presión inspirada de oxígeno disminuye considerablemente hasta alrededor de 108 mmHg (a nivel del mar es de 150 mm Hg). Esto equivale a respirar una concentración de oxígeno de 17.2-15.1%, en lugar del 21% que se respira a nivel del mar. En un pasajero sano, la presión arterial de oxígeno (PaO2) a 2400 m está influenciada por la edad y la ventilación minuto, pero va a disminuir a un rango de 53-64 mm Hg, equivalente a una saturación de oxígeno entre 85 y 91%.

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2012-03-14   |   572 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 110 Núm.1. Enero-Febrero 2012 Pags. 66-69 Arch Argent Pediatr 2012; 110(1)