Fragmento

A mi hijo Federico Ortiz Chapa En tanto el hombre es heredero del animal, incorporó –desde sus orígenes– formas jerárquicas de relación que caracterizan a los mamíferos superiores. Aquí radica la ambición por el poder que caracteriza a la especie humana. Así, conforme evolucionamos se ha observado la presencia de jefes de tribu, caciques, caudillos, monarcas, déspotas, emperadores, monarcas y otros que se adueñan del poder y quieren sojuzgar a los demás. Durante el avance de la humanidad se dieron diferentes formas de poder, más cercano a nosotros, cuando el ejercicio de la autoridad se da en forma irracional y desmedida se le llama autoritarismo y es frecuente que tal actitud se observe entre políticos y militares, pero también en otras organizaciones humanas, tanto que no hay organización que no tenga luchas por el poder en su seno. Ejemplos sociales de regímenes autoritarios se han dado en Latinoamérica. El régimen de Porfirio Díaz, que por su desmedido autoritarismo provocó la Revolución Mexicana, es un ejemplo de ello. Los líderes autoritarios ejercen el poder arbitrariamente sin considerar a quienes los rodean, de tal manera que no admiten la oposición de ideas, palabras o actitudes. Tales dirigentes, al evitar la convergencia de ideas nuevas provocan la parálisis de cualquier organización. Por lo anterior y por la molesta esclavitud que provoca el autoritarismo, la humanidad ha luchado contra las diversas formas de éste en cualquier sistema político que concentre el poder de los más en las manos de un líder o grupo de gente. El ejercicio de la medicina se ha comparado al del ejército, con su correlato de autoritarismo, por varias razones. La jerarquía médica que está firmemente establecida y es incuestionable. La ausencia de participación democrática en la toma de decisiones. La sumisión de quienes rodean a la autoridad (maestros, jefes).

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2012-03-21   |   1,028 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 27 Núm.1. Enero-Abril 2012 Pags. 48-52 Bol Coleg Mex Urol 2012; XXVII(1)