Autores: González Duarte Alejandra, Estañol Vidal Bruno, Oseguera Moguel Jorge
La presencia de síncope recurrente, o de síncope único en un paciente de alto riesgo sin evidencia de enfermedad cardiológica estructural, o con una causa cardiológica bien establecida, pero que no explica dicho evento, requiere de una evaluación del sistema nervioso autónomo para establecer un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento. El objetivo de dicha evaluación no es el de reproducir el síncope o los síntomas asociados, sino describir el tipo de respuesta autonómica que genera la prueba. Las respuestas autonómicas estereotipadas o patrones hemodinámicos ayudan a establecer la etiología del síncope. Es de gran importancia investigar la presencia de anormalidades cardiológicas y de existir éstas, es necesario referir al paciente con un especialista de manera urgente. La hipotensión ortostática, el síndrome de taquicardia ortostática postural y el síncope aneurogénico son los otros tres grandes grupos más reconocidos como variedades sincopales. Lograr la normotensión no es el objetivo principal, sino mejorar los síntomas posturales, el tiempo de tolerancia al ortostatismo y la función de la vida diaria sin síntomas sincopales. Es de vital importancia evitar producir hipertensión supina con el tratamiento. La terapia farmacológica por sí sola nunca es adecuada y la estrategia deberá de variar dependiendo del estrés ortostático.
Palabras clave: Disautonomía hipotensión ortostática síndrome de taquicardia ortostática postural síncope síncope neurogénico.
2012-03-27 | 964 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 13 Núm.1. Enero-Febrero 2012 Pags. 30-35 Rev Mex Neuroci 2012; 13(1)