Autores: Meza Galván Miguel Ángel, Rodríguez Nava Víctor Federico, Gómez Lamadrid Oscar
El humanismo se establece en la reflexión filosófica, como un fin y valor superior en el mundo, motivando con ello un interés centrado en el hombre y en todo lo que es humano. La preocupación máxima del hombre debe ser el propio hombre, constituyéndose en el ideal por desarrollar en cada individuo lo humano. En términos generales el humanismo se define como la actitud centrada en el interés de lo humano, en el pleno desarrollo y bienestar de lo que el hombre es, desde las perspectivas biológica, psicológica, social, cultural y espiritual. Por tanto, el contribuir a que el hombre obtenga bienestar en los aspectos anteriormente referidos se realizará y se hará más humano, o como algunos filósofos lo han denominado proceso de “homonización” es decir, el proceso de hacer humano (“humanización”). Para ello el hombre requiere de un comportamiento ético, con el fin de practicar ciertos valores como la justicia, la libertad, la vida, entre otros. Esto es la naturaleza propia del humano, en cuanto hace uso adecuado de la razón y su juicio. Practicar el humanismo es reconocerse a sí mismo; el autoconcepto reflejado en la otra persona. Cada hombre será mejor si se reconoce en la dignidad de los demás. El humanista, es aquel que comprende la vida y entiende al semejante. El humanismo implica el respeto a la libertad interna del propio hombre para pensar, sentir y creer.
2012-04-05 | 2,632 visitas | 1 valoraciones
Vol. 17 Núm.2. Mayo-Agosto 2009 Pags. 109-111 Rev Enferm Inst Mex Seguro Soc 2009; 17(2)