Complicaciones psiquiátricas por el uso de esteroides anabólicos

Autor: García Maldonado Gerardo

Resumen

Este artículo resume una revisión de la literatura en torno a las alteraciones psiquiátricas por el uso de esteroides anabólicos-androgénicos. Estos productos son derivados sintéticos de la testosterona y su aplicación médica está justificada cuando existe deficiencia hormonal. A pesar de los esfuerzos que se realizan, en los diferentes preparados no ha sido factible separar la acción androgénica de la anabólica, lo cual incrementa los riesgos de complicaciones y efectos adversos, principalmente los hepáticos, cardiovasculares y en el sistema nervioso central. La referencia a ciertas complicaciones psiquiátricas secundarias derivadas de la administración de los andrógenos anabólicos se hace ya más patente en Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders-IV (DSM-IV), comparado con su predecesor, el DSM- III R. Aun cuando las consideraciones clínicas que se establecen no son muy amplias, es evidente la importancia de estos productos al conocerse que intervienen en la génesis de algunos trastornos. Los usuarios que los utilizan en forma empírica y sin indicación médica para fines estéticos o deportivos constituyen otro problema, ya que los riesgos para una mayor morbimortalidad son evidentes. El objetivo central de este artículo es revisar las alteraciones psicopatológicas secundarias al uso de esteroides anabólicos-androgénicos. Se estima interesante revisar algunos aspectos relacionados con la fisiología de la testosterona, así como los usos terapéuticos y no terapéuticos de los anabólicos. Entre las complicaciones psiquiátricas más frecuentes se encuentran depresión, manía, psicosis, irritabilidad, agresividad, intentos suicidas y adicción a estos productos.

Palabras clave: Esteroides anabólicos-androgénicos efectos adversos complicaciones psiquiátricas.

2012-04-20   |   2,823 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 40 Núm.2. Marzo-Abril 2002 Pags. 103-112 Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2002; 40(2)