Autor: Ortega Treviño Elsa
Mucho se ha estudiado el dolor en los seres humanos, la ciencia médica ha avanzado a pasos agigantados en el descubrimiento y desarrollo de medicamentos para aliviar el dolor; sin embargo, me he preguntado muchas veces qué sucede con el dolor del “alma”, con ese dolor para el cual no hay medicamentos y que muchas veces lleva a los pacientes a tomar decisiones desesperadas. Me refiero al dolor que se sufre ante la pérdida de un ser querido, que cada uno de nosotros la vive diferente, ya que ésta se encuentra ligada a múltiples circunstancias como son la relación parental, la forma de morir, la madurez emocional y la edad de quien lo sufre. Debemos recordar que no es lo mismo la muerte de los padres, de los hermanos, de los amigos, de nuestra pareja e incluso de la mascota de casa, que es el depósito de nuestros afectos incondicionales.
2012-04-27 | 382 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 7 Núm.12. Julio 2011 Pags. 20-21 Dol Foro Nal Invest Clín Méd 2011; 7(XII-1)