La Candidiasis vulvovaginal recurrente tiende al incremento y en la práctica clínica se ha convertido en un desafío, las manifestaciones clínicas van desde la colonización asintomática hasta la sintomatología severa. Se requiere además de la clínica para el diagnostico certero: Visualizar por microscopia blastosporas o pseudohifas en solución salina o KOH al 10% y cultivo positivo en mujeres sintomáticas. El 15% de las infecciones micoticas evolucionan a candidiasis vulvovaginal recurrente y alrededor del 85% de los casos son ocasionados por cándidas no Albicans. La morbilidad concomitante como la diabetes mellitus, corticoterapia o terapia antimicrobiana a largo plazo, estados de inmunosupresión como el embarazo y colonización de levaduras por el tracto gastrointestinal suelen coincidir con la candidiasis vulvovaginal recurrente. Las opciones terapéuticas contemplan tratamiento de inducción y de mantenimiento, los fármacos antimicóticos más recomendados son Fluconazol e itraconazol con diversos protocolos por tiempos prolongados hasta por 6 meses, los resultados de cura clínica y micológica van desde 49.6% hasta 90%. El Fluconazol demostró en los diferentes protocolos terapéuticos ser un antimicótico eficaz para las pacientes con vulvovaginitis micotica recurrente en numerosos ensayos clínicos, con buena tolerancia y rango terapéutico amplio de dosis única.
Palabras clave: Candidiasis vulvovaginal recurrente fluconazol protocolos terapéuticos.
2012-05-01 | 1,641 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 3 Núm.6. Abril 2012 Pags. A AMATGI 2012; III(6)