Autores: Lara Cantú Ma. Asunción, Navarrete Laura Elena
La sintomatología depresiva prenatal, por su alta prevalencia (22% a 37%) y consecuencias negativas sobre la salud de la madre, el producto y el curso del embarazo, requiere de detección oportuna para proporcionar apoyo y tratamiento adecuados. La CES-D es una escala para identificar síntomas de depresión, de fácil y rápida aplicación y con validez adecuada en gestantes. El objetivo del trabajo fue analizar la validez y confiabilidad de la CES-D en mujeres mexicanas embarazadas, así como la sensibilidad, especificidad y valores predictivos usando el SCID como estándar de oro. Método: El estudio se basó en un análisis secundario de datos. Se obtuvo una muestra de 98 mujeres embarazadas en la sala de espera de un centro de salud que proporcionaba atención prenatal. Fueron seleccionadas por presentar sintomatología depresiva (CES-D > 16) o historia de depresión. Resultados: La consistencia interna de la CES-D fue de a= 0.81. El análisis factorial, que valoró la validez de constructo, mostró que cuatro factores pudieron ser interpretados (afecto depresivo, falta de energía/síntomas somáticos, relaciones interpersonales y afecto positivo), que explicaron 49.10% de la varianza. En el análisis de la curva COR, se obtuvo un ABC de 0.81; para punto de corte > 16, mostró 100% de sensibilidad y 20.9% de especificidad y para la puntuación > 28, sensibilidad de 80.0% y especificidad de 76.1%. Conclusiones: Se encontró que la CES-D tiene excelente validez interna y de constructo en gestantes mexicanas y que es una herramienta adecuada para la detección de sintomatología depresiva (CES-D > 16) -requisito indispensable para instrumentar acciones preventivas-, sin embargo fue menos precisa, aunque adecuada para diagnosticar depresión mayor según criterios del DSM-IV aun en el punto de corte más parsimonioso (> 28).
Palabras clave: Depresión en el embarazo depresión posparto detección CES-D síntomas de depresión.
2012-05-08 | 842 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 35 Núm.1. Enero-Febrero 2012 Pags. 57-62 Salud Ment 2012; 35(1)