Ginecología y feminismo

Autor: De la Peña Ernesto

Fragmento

En nuestros días, para justicia del género humano, las mujeres se desempeñan en cualquier actividad y en numerosas ocasiones logran triunfos que, confesémoslo, se les habían escatimado en tiempos pretéritos. Desde la antigüedad prehistórica se vio fundamentalmente en la mujer la facultad de ser fecundada. La famosa estatua, llamada la Venus de Willendorf, que data de hace unos 22,000 años, está llena de adiposidades en los senos y en el vientre, que remata en una apenas insinuada apertura vaginal, y es una muestra cabal del papel que desempeñaba la mujer en aquellos días remotos. El arte primitivo, como vemos, expresaba sobre todo la función sin ninguna intención estética. Pero para nuestra fortuna, no siempre se apreció de manera exclusiva este aspecto y, como era de justicia, se la elevó a categorías supremas por la belleza física, la delicadeza y la complementariedad que representa para el hombre. La dama de Elche es una muestra de una especie de divinidad femenina de una hermosura que ha superado los siglos. Aunque se ignore con precisión la fecha y el sentido del busto, la herencia que recibimos es un mensaje de belleza y misterio simultáneamente.

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2012-05-17   |   918 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 80 Núm.5. Mayo 2012 Pags. 373-377 Ginecol Obstet Méx 2012; 80(5)