A propósito de la muerte de Francis Crick, Premio Nobel de Medicina 1962

Autor: Balbarrey Héctor l.

Fragmento

La fama es una burbuja, pero no para algunos, expresó Gregory A. Petsko en un comentario editorial (Genome Biology 2004; 5: 114) sobre la muerte de Francis Harry Comton Crick ocurrida el 28 de julio de 2004 como consecuencia de un cáncer de colon, a los 88 años de edad, en San Diego, California. Según Petsko su muerte no hizo más que marcar el fin de una de las más distinguidas, brillantes y determinantes carreras científicas del último siglo. Contribuyó a señalar el fin de una era, en que la Biología fue transformada de una ciencia descriptiva basada en organismos en otra de nivel molecular. Actualmente se vive otro período de transformación; uniendo el genoma a la biología molecular se cambia el sujeto de estudio por uno que es más cuantitativo, más dependiente de herramientas como la bioingeniería y la computación. Los datos que se recogerán serán numerosos y valiosos gracias a los avances tecnológicos, pero faltará el concepto unificador, la comprensión del significado, las hipótesis de trabajo, es decir, el trabajo teórico que Crick realizaba con maestría, justificando su fama y su prestigio.

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2012-05-21   |   270 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 34 Núm.3. Julio-Septiembre 2005 Pags. 411-412 Rev Fed Arg Cardiol 2005; 34(3)