Autores: Soler Morejón Caridad de Dios, Lombardo Vaillant Ariel
Sin lugar a dudas, la práctica de la medicina ha sufrido cambios en los últimos 200 años. La medicina, ars medicinalis, ha dado paso a la medicina científica, en la cual, al arte de curar se suma la necesidad de incorporar, entre otras, las nuevas tecnologías diagnósticas y terapéuticas. Por otra parte, los avances que en el plano de la informática y las comunicaciones se han producido, en paralelo con el desarrollo de las investigaciones básicas y aplicadas, tienen impacto visible en el enriquecimiento del saber médico a través de un gran volumen de información. Ante la expansión en cantidad y profundidad del conocimiento médico con notable tendencia a la hiperespecialización, la búsqueda y selección adecuada de la mejor información y su aplicación correcta e individualizada, forman parte inseparable del proceso de toma de decisiones en el siglo XXI, que tiene al paciente como centro de las acciones de salud. Otros problemas que hacen aun más complejo este proceso los constituyen las elevadas expectativas sociales, la necesidad de controlar los costos sanitarios, el deseo creciente de los pacientes de participar en las decisiones concernientes a su salud y la diseminación global de enfermedades desde sitios distantes.
2012-05-31 | 591 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 51 Núm.1. Enero-Marzo 2012 Pags. 99-104 Rev Cubana Med 2012; 51(1)