Resumen

Antecedentes: La insuficiencia renal crónica terminal es una causa importante de morbilidad y mortalidad en los pacientes con lupus eritematoso generalizado (LEG). En 1975 el Registro Norteamericano de Trasplante Renal informó el primer estudio de pacientes con LEG que recibieron un trasplante renal, en el cual se mencionaba una sobrevida paciente/injerto de 60 y 55%, respectivamente, en un tiempo promedio de dos años, cifras similares a las de pacientes no lúpicos en ese lapso de tiempo postrasplante. Después de publicado ese estudio, se aceptó internacionalmente al trasplante renal como una alternativa terapéutica en el manejo de estos pacientes. Pacientes y métodos: Con el objetivo de identificar los factores de riesgo asociados a la pérdida del injerto renal en pacientes con LEG y comparar la sobrevida del injerto entre estos pacientes y pacientes trasplantados controles con otras patologías de base, pareados por edad (± 5 años), género, número de haplotipos compartidos y fecha de trasplante (± 3 años), realizamos un análisis retrospectivo de todos los pacientes con LEG que recibieron un trasplante renal en nuestro Instituto. Resultados: De enero de 1967 a marzo de 1997 se realizaron 452 trasplantes renales, 25 (5.5%) en 22 pacientes con LEG, con un promedio de edad de 29 ± 10 años, 20 del género femenino (90%). En 18 pacientes (85.7%), se contó con biopsia renal pretrasplante: 13 (72%) glomerulopatía tipo IV de la clasificación de la OMS, tres (17%) tipo VI y dos (11%) tipo III. Doce pacientes (57%) recibieron hemodiálisis y nueve (43%) diálisis peritoneal en la etapa pretrasplante. El tiempo transcurrido entre el diagnóstico de LEG y el inicio de diálisis fue 50 ± 70 meses. El tiempo en diálisis de 18 ± 17 meses, y el seguimiento postrasplante de 46.9 ± 41.5 meses. La procedencia del injerto fue: 18 (78%) de donador vivo (tres compartiendo 0 haplotipos, 12 compartiendo 1 haplotipo y tres compartiendo 2 haplotipos) y cinco (22%) de donador cadáver. En 17 eventos de trasplante se utilizó ciclosporina, azatioprina y prednisona, y en seis azatioprina y prednisona. Se registraron siete episodios de rechazo agudo en cinco pacientes (30%), uno de los cuales perdió el injerto. En cinco pacientes se registró un episodio trombótico postrasplante, dos de los cuales correspondieron a trombosis de la arteria del injerto renal. En la evolución postrasplante, dos pacientes presentaron actividad de LEG, uno renal y otro extrarrenal. De los factores de riesgo analizados para pérdida del injerto: el número de episodios de trombosis pretrasplante, el tiempo de evolución del diagnóstico de LEG al inicio de diálisis ( 6 meses), el tiempo de estancia en diálisis ( 12 meses), la procedencia del injerto, el rechazo crónico y el seguimiento no fueron significativos; en contraste, la presencia de trombosis postrasplante fue un factor de riesgo asociado significativo. En el análisis de sobrevida del injerto renal a 50 meses en pacientes con LEG vs. receptores de trasplante renal controles, no se observó diferencia significativa (74% vs. 83%, log rank 0.11). Conclusiones: La trombosis postrasplante constituyó un factor de riesgo para la pérdida del injerto renal. En concordancia con los informes recientes, la trombosis pretrasplante, el tiempo de evolución entre el diagnóstico de LEG e inicio de diálisis y el tiempo de estancia en la misma no fueron factores de riesgo para la pérdida del injerto en este estudio. La sobrevida del injerto en pacientes receptores de trasplante con LEG no difiere a la observada en la población general de trasplante renal.

Palabras clave: Injerto renal lupus eritematoso generalizado. trombosis.

2002-11-25   |   3,372 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 54 Núm.1. Enero-Febrero 2002 Pags. 21-28 Rev Invest Clin 2002; 54(1)