Autor: Muci Mendoza Rafael
En muchos casos, la literatura de ficción se ha adelantado a la ciencia. Charles Dickens (1812-1870) pobló su obra con un tropel de notables personajes. Como la mayoría de los grandes novelistas, le adornaban finos dotes de observación y una extraordinaria capacidad descriptiva. Uno de sus protagonistas secundarios se ganó un puesto en los anales de la medicina. El logro de esta empresa se da al presentarnos la figura de un sirviente gordo y somnoliento llamado Joe, que a pesar de tener un pequeño y breve rol en el capítulo 54 de sus “Pickwick Papers” (1836), ha trascendido al lenguaje médico diario. La cómica caricatura que caracteriza al individuo obeso, sobrevivió en el ámbito de la medicina como un caso clásico de apneas del sueño: el síndrome de Pickwick o más precisamente, el síndrome Pickwickiano. Debieron transcurrir más de 120 años para que Burwell y sus colaboradores, hallaran una explicación fisiopatológica al fenotipo de Joe, ese “niño gordinflón, rosado y roncador con la respiración entrecortada, eternamente somnoliento”, describiendo así, la presencia del síndrome apneas hipopneas del sueño e hipoventilación alveolar en el sujeto obeso. La presencia de hipertensión intracraneal es otro de sus infrecuentes componentes. Describimos una serie de cuatro pacientes.
Palabras clave: Charles dickens síndrome pickwickiano apnea del sueño hipertensión intracraneal papiledema.
2012-07-02 | 551 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 117 Núm.2. Junio 2009 Pags. 154-162 Gac Méd Caracas 2009; 117(2)