Autor: Guarnizo Tibaduiza Cristina
La telomerasa fue descubierta por Elizabeth Blackburn y Carol Greider en diciembre de 1984, cuando estudiaban un protozoo ciliado denominado Tetrahymena. En 1978, Blackburn había obtenido por primera vez la secuencia de los telómeros y con Jack Szostak en 1982 sugirieron que debía de existir una enzima capaz de sintetizar los telómeros de novo. Sin embargo, solo hasta el 25 de diciembre de 1984, Blackburn y Greider, que en ese tiempo era su estudiante de doctorado, lograron identificar plenamente una enzima transcriptasa reversa, que necesita una molécula de ARN para su funcionamiento, a la que denominaron telomerasa. Esta enzima se caracteriza por añadir secuencias repetidas en tándem de seis nucleótidos con la secuencia 5´-TTAGGG-3´ a los telómeros de los cromosomas para mantener estable su longitud y para protegerlos de la inestabilidad o de la degradación cromosomal. Estos telomeros se encuentran al final de los cromosomas y con cada ciclo celular van disminuyendo su longitud. Cuando el acortamiento llega a ser crítico, se envía una señal que hace que la célula entre en senescencia y muera. La adición de secuencias por parte de la telomerasa lleva a que no haya acortamiento del telomero, lo cual es compatible con la proliferación celular y la inmortalización de las células. Esta enzima se ha relacionado con la “eterna juventud” por su función en el alargamiento de la vida de las células.
2012-08-02 | 788 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 16 Núm.1. Enero-Marzo 2012 Pags. 3-4 Rev Col Cancerol 2012; 16(1)