En el área de la investigación biomédica andé y anduve varios años, con una obsesión que era la de medir el estómago. Como buena “persona contreras”, parte de esta obsesión se vio reforzada por el rechazo casi unánime de mis colegas, para quienes mis ideas eran motivo, cuando no de risa, de terminante rechazo. No es mi intensión ponerme en el papel de víctima o genio incomprendido, lo cual ni lo soy ni me interesa serlo. Además, probablemente yo mismo me sentiría extraño al escuchar muchas de las ideas de mis colegas. Estas incomprensiones son habituales y prácticamente de todos los días entre nosotros, hoy las considero gajes del oficio.
2012-08-14 | 515 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 14 Núm.54. Enero-Marzo 2012 Pags. 49-51 Med Univer 2012; 14(54)