Autor: Jiménez García Rafael
La fibrosis quística (FQ) o mucoviscidosis, se describió originalmente en 1938 por Anderson, siendo la más frecuente y de mayor letalidad de los trastornos genéticos en algunas poblaciones. Su carácter multisistémico hace que el enfoque de su tratamiento sea muy complicado. Los niños con FQ tienen una elevada mortalidad y morbilidad debido a tres factores fundamentales: El primero de ellos es la insuficiencia respiratoria como consecuencias de la colonización de las vías áreas; el segundo se deben a la malabsorción o maldigestión de los nutrientes producto fundamentalmente de la insuficiencia pancreática asociada con la enfermedad; y el tercero es consecuencia de los dos anteriores, una desnutrición que puede abarcar todas las formas clínicas descritas y que consecuentemente empeora tanto las funciones respiratorias como digestivas. El tener una estrategia nutricional adecuada en relación con las cantidades de nutrientes, la calidad de los mismos, la vía y la forma en que se van a usar, resulta de vital importancia en los resultados de la terapéutica del niño con FQ, siendo la vía enteral la vía de elección porque permite el uso de nutrientes de elevada calidad que respondan a las necesidades incrementadas en el niño. El presente informe discutirá la importancia de la nutrición haciendo énfasis en la evaluación de una estrategia adecuada donde se involucran la familia y el equipo de salud, así como la importancia de una adecuada evaluación de la conducta alimentaria y de la alimentación enteral en el manejo nutricional del niño con FQ.
Palabras clave: Nutrición; nutrición enteral; nutrición parenteral; fibrosis quística; conducta alimentaria.
2012-08-16 | 672 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 8 Núm.1. Enero 2006 Pags. 46-54 Rev Gastrohnup 2006; 8(1)