Autores: Borracci Raúl A, Rubio Miguel, Caviglia Jorge O., Milani Arnaldo P., Baldi Julio
La arteria radial se emplea para reemplazar la vena safena en la cirugía coronaria con la idea de mejorar la permeabilidad alejada de los puentes. La selección de candidatos para extracción de la radial se realiza generalmente entre la población más joven, siendo poco común el uso de este conducto arterial en los mayores de 65 años. El objetivo de este trabajo fue evaluar el uso de la arteria radial como conducto para la revascularización miocárdica en pacientes mayores de 65 años. Se estudió, en forma prospectiva, una muestra de 121 pacientes sometidos a cirugía de revascularización miocárdica con arteria radial entre enero de 1999 y diciembre de 2001. Los pacientes fueron divididos en dos grupos, de acuerdo con la edad: experimental (65 años o mayores, n = 52) y control (menores de 65 años, n = 69). La dislipemia y la asociación de dos factores de riesgo fue significativamente mayor en el grupo de pacientes más jóvenes (59% y 32% vs 35% y 15% respectivamente). Se observó una prevalencia mayor de arteriopatía periférica en el grupo más viejo (23% vs 7%; p < 0,0007). El número de puentes en ambos grupos fue similar (mediana = 3), igual que la proporción de pacientes con injerto mamario (grupo experimental: 94% vs grupo control: 91%). Las complicaciones locales del brazo en los mayores de 65 años se produjeron en el 12% de los pacientes e incluyeron: 2 hematomas, necrosis de piel en 2 casos e hiperextensión del plexo braquial por la posición forzada del brazo en abducción en 2 casos. La proporción de complicaciones fue significativamente superior comparado con las que se produjeron en el grupo más joven (1%) (RR = 12, pFisher = 0,024). No se observaron complicaciones isquémicas o infecciosas del antebrazo ni infarto de miocardio en ninguno de los grupos. La mortalidad operatoria fue del 2% en el grupo experimental y del 1% en el control (p = NS). En conclusión, el uso de la arteria radial como injerto coronario alternativo en los pacientes mayores de 65 años no presentó dificultades técnicas ni funcionales diferentes de las encontradas en los pacientes más jóvenes, a excepción de un mayor riesgo de complicaciones locales del antebrazo en los más añosos. El incremento en la expectativa de vida, la mejor adaptación de la radial para la anastomosis distal, la mayor prevalencia de arteriopatía periférica con la edad avanzada y la tasa de complicaciones locales del brazo relativamente baja, justificarían el uso rutinario de la arteria radial como injerto alternativo para la cirugía coronaria en los pacientes mayores de 65 años.
2012-08-20 | 790 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 31 Núm.3. Julio-Septiembre 2002 Pags. 280-286 Rev Fed Arg Cardiol 2002; 31(3)