La incidencia de septicemia aumentó durante las tres últimas décadas. A pesar de las mejoras significativas en la evolución de los pacientes, las tasas de mortalidad de la septicemia grave y el shock séptico siguen siendo altas, entre 30% y más de 50% según los registros internacionales. Aunque han habido numerosos adelantos científicos sobre el tema, ha sido muy difícil trasladarlos a la práctica clínica. El tratamiento habitual de la septicemia y el shock séptico siguen siendo, desde la década de 1960, la rápida administración de antibióticos empíricos (ATB) contra las bacterias más probables, la reanimación con líquidos y vasopresores para mejorar la hipotensión y mantener la perfusión tisular y la eliminación o el drenaje inmediatos del foco de infección, si lo hubiera.
2012-08-21 | 298 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 34 Núm.408. Noviembre 2011 Pags. 3-4 Prescripción Médica 2011; 34(408)
Para poder evaluar tener una evaluación más certera del artículo te recomendamos iniciar sesión
y leer el documento PDF, así tendrás más elementos para valorarlo.