Filtración apical y coronal

Autor: Mejía Arredondo Gilmar

Fragmento

La filtración de líquidos tisulares hacia la región apical alrededor de obturaciones radiculares inadecuadas ha sido citada como la causa más común de fracaso en el tratamiento endodóncico. La teoría del tubo vacío proponía que la estasis del líquido en la parte apical del sistema de conductos radiculares, con la degradación subsecuente y la formación de subproductos tóxicos, inducía una respuesta inflamatoria en los tejidos perirradiculares. Una evaluación de fracasos según un extenso estudio realizado en Estados Unidos sugirió que más de la mitad de éstos podrían atribuirse a un sellado apical deficiente en la obturación radicular. Varias veces se ha demostrado que el fracaso estaba correlacionado con la presencia de huecos en la parte apical de la obturación radicular del sistema de conductos. Harty et al. , en un estudio retrospectivo clínico, mostraron que el pronóstico de éxito, en el tratamiento de conductos radiculares era más bajo cuando había huecos en la parte apical de la obturación del conducto radicular. Otros atribuyeron como una de las principales causas de fracaso a la obturación incompleta de los conductos radiculares. Dow e Ingle reportaron que los conductos con obturaciones deficientes permiten la filtración (Teoría de la Percolación) de los líquidos tisulares que después se descomponen y regresan a los tejidos perirradiculares ocasionando inflamación (filtración apical). Sin embargo, diversos estudios han demostrado que el líquido tisular estéril es incapaz de iniciar y mantener una reacción inflamatoria y hoy en día se ha establecido que esto sólo es provocado por la presencia de microorganismos y sus subproductos. Es importante que el sistema de conductos radiculares sea protegido del acceso de microorganismos cuando el tratamiento de conductos haya terminado. La obturación con gutapercha impide este ingreso gracias a que: 1) proporciona una barrera física para el movimiento de microorganismos y sus subproductos y 2) posee actividad antimicrobiana inherente. Desafortunadamente los materiales más utilizados para obturar los conductos radiculares no proporcionan un sellado completo. La filtración se lleva a cabo y esto puede suceder a tal nivel, que la respuesta del huésped no actúe y sobrevenga el fracaso. Los microorganismos, sus subproductos y los productos de la descomposición del tejido, se pueden filtrar a través del delta apical y generar una respuesta inflamatoria en los tejidos perirradiculares.

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2012-08-21   |   1,441 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.88. Noviembre 2011 Pags. 4 Odont Moder 2011; 8(88)