Todo aquel profesional que trabaja en el terreno odontológico sabe bien que en el consultorio interviene más la actitud y el conocimiento personal que los puros mecanismos cuando se ejecutan ciertos procedimientos. El dentista es un prestador de servicios. Ha conocido y conocerá a una variedad de pacientes, cada uno viviendo en su propio mundo: por eso, gran parte del éxito del odontólogo dependerá de que tan bien se adapte y comunique con cada uno de ellos. El trabajo del dentista es primordial en el consultorio dental. La manera como se ajuste a los diferentes tipos de pacientes puede hacer que destaque en el ámbito profesional. También puede tener actitudes que los obliguen a ya no regresar a continuar con su tratamiento. El trato recibido por los asistentes dentales también influirá positiva o negativamente en ellos. Todo esto tiene que ver con las relaciones humanas. El Instituto de Tecnología Carnegie realizó un estudio con 10,000 personas, encontrando que 15% del éxito total está determinado por su habilidad técnica y conocimientos prácticos. El 85% restante se debió a factores de la personalidad y la habilidad para comunicarse. El Departamento de Orientación Vocacional de la Universidad de Harvard reportó que dos de tres hombres y mujeres despedidos de su trabajo, no tuvieron la habilidad suficiente para comunicarse con las personas. El dentista ha empleado demasiadas horas en su preparación profesional, lo que sólo le proporciona 15% de probabilidades de éxito. Para incrementarlo deberá echar mano de su personalidad y su habilidad para relacionarse con los demás.
2012-08-21 | 814 visitas | 4 valoraciones
Vol. 8 Núm.88. Noviembre 2011 Pags. 16-17 Odont Moder 2011; 8(88)