Resumen

La obesidad es considerada un factor de riesgo independiente de enfermedad cardiovascular y su control es de interés porque ha incrementado su incidencia en las últimas décadas. Está íntimamente vinculada con diversas afecciones cardiovasculares, en particular con la hipertensión, la diabetes, la dislipidemia y la enfermedad coronaria. Las acciones deletéreas de la obesidad sobre el miocardio y su funcionalidad se expresan en forma indirecta o directa, pudiendo finalizar por diferentes mecanismos fisiopatológicos en diversos tipos de miocardiopatías. Las necesidades metabólicas del obeso requieren un aumento del volumen minuto, pudiendo desarrollarse una hipertrofia ventricular izquierda y una disfunción diastólica. Ocasionalmente se agrega una disfunción sistólica y la dilatación de las cavidades izquierdas, terminando en una miocardiopatía dilatada que puede desencadenar la insuficiencia cardíaca. Es de importancia terapéutica reducir el peso corporal, optimizando los recursos alimentarios (dietoterapia) y los programas continuados y coordinados de ejercicios físicos. Pero en algunas oportunidades se recurre a la farmacopea y en casos excepcionales a la cirugía. La meta es jerarquizar el manejo de la obesidad, no considerándola como un problema meramente estético, asegurando que el paciente obeso tenga continuidad en el tratamiento, mermando su lazo con las enfermedades cardiovasculares y en especial con las miocardiopatías.

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2012-08-23   |   371 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 31 Núm.1. Enero-Marzo 2002 Pags. 39-45 Rev Fed Arg Cardiol 2002; 31(1)