Autores: Garillo Raul, Pesce Ricardo, Muratore Claudio, Boccardo Daniel, Valero Elina M., Rabinovich Rafael, Ramos Jose L., et al
En este trabajo se presentan los resultados del estudio de las crisis de arritmias ventriculares severas de aparición brusca, referidas en la literatura como “tormentas eléctricas” (TEs). Se analizan las características clínicas de la “tormenta eléctrica” que hasido definida, para esta presentación, como la aparición brusca de al menos tres episodios consecutivos de taquicardia ventricular sostenida (TVS) o fibrilación ventricular (FV) separados por un intervalo no mayor de una hora entre sí, que no suelen tener una causa atribuible ni originar cambios ulteriores en la condición clínica del sujeto. Entre junio de 1993 y febrero de 2000 (media de seguimiento 15,8 meses) fueron evaluados, a partir del análisis de los registros de la memoria de eventos, 102 pacientes con antecedentes de arritmia ventricular severa o muerte súbita abortada, a quienes se implantó un cardiodesfibrilador de 3ª generación. Se comprobaron 814 episodios de taquicardia sostenida/fibrilación ventricular, de los cuales 336 (41,3%), correspondientes a 28 pacientes, estaban agrupados conformando 57 episodios de TE. El análisis de las TEs demostró un predominio de las mismas durante el horario diurno (60%; p < 0,01), mientras que en la distribución anual la mayor incidencia de TE fue registrada durante el período invernal (p < 0,001). Por su parte, los sujetos con compromiso miocárdico extenso, como son aquellos con miocardiopatías dilatadas o enfermedad de Chagas, evidenciaron un mayor índice en la relación TE/total de episodios arrítmicos que los sujetos con coronariopatía (p < 0,01). En conclusión, en la evolución de pacientes con antecedentes de arritmia ventricular severa, las tormentas eléctricas son relativamente frecuentes a poco que se pueda tener un registro prolongado del ritmo cardíaco. El papel que desempeña la neurorregulación autonómica es puesto en evidencia por la distribución no homogénea exhibida a lo largo del día y aun del año. La TE no parece afectar en forma aguda a la condición clínica del paciente, pero algunas publicaciones sugieren un peor pronóstico a largo plazo. También resultó evidente que las enfermedades que comprometen difusamente al tejido miocárdico son más proclives que otras a desarrollar TEs.
2012-08-24 | 379 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 30 Núm.4. Octubre-Diciembre 2001 Pags. 623-627 Rev Fed Arg Cardiol 2001; 30(4)