Autor: Mondragón González Maximino
Los implantes se han convertido en una técnica rutinaria y predecible, representando también una alternativa terapéutica para la reposición de piezas dentales extraídas o perdidas en pacientes adultos. Un implante dental osteointegrado se ancla directo al hueso, sin embargo en presencia de movimiento, una interfase de tejido blando puede encapsularlo provocando su pérdida y fracaso. El protocolo clásico establecido por Branemarck para su colocación, se encuentra en discusión. Durante los últimos 20 años varios autores han confirmado el éxito de su integración en una sola fase quirúrgica, eliminando la necesidad de descubrirlos en un segundo procedimiento. Esto se tradujo en un aumento en la comodidad para el paciente. La mejora en la superficie de los implantes produjo una disminución en los tiempos de carga convencional con un éxito comparable al protocolo estándar. Implantes con superficie SLA (ITI Dental Implant System, Institut Straumann, Waldenburg, Suiza) han sido cargados con éxito a las seis semanas. En 1979, Lederman introdujo el concepto de carga inmediata mediante la utilización de implantes con superficie bañada de plasma de titanio, obteniendo una supervivencia global del 91.2% con un seguimiento a 81 meses. En 1990 Schnitman publicó la primera serie de pacientes en la que se sugirió que los implantes podían cargarse de inmediato en las mandíbulas de pacientes seleccionados con una supervivencia comparable al protocolo estándar.
2012-08-27 | 670 visitas | 2 valoraciones
Vol. 8 Núm.92. Marzo 2012 Pags. 2-5 Odont Moder 2012; 8(92)