Tromboelastografía

Autor: Oliveros Rodríguez Henry

Fragmento

La evaluación de los trastornos de la coagulación que presentan los pacientes críticos tradicionalmente se realiza basándose en el tiempo parcial de tromboplastina (PTT) activada y en el tiempo de protrombina (PT) normalizado utilizando el índice internacional normalizado (INR), que nos dan una información del tiempo de formación del coágulo después de la adición de reactivos exógenos. El PTT fue diseñado para determinar deficiencias en los factores VII, IX y XI, mientras que el PT, por su parte, lo fue para detectar deficiencias en los factores II, V, VII y X, y desde el punto de vista clínico se utiliza para el seguimiento de los pacientes que están siendo tratados con warfarina. Estas pruebas deben ser interpretadas con cautela, puesto que no están midiendo la actividad in vivo, dejando de lado la evaluación de la interacción vascular y plaquetaria que pudiese estar propiciando un sangrado y, de esta manera, sobreestimando la competencia hemostática, en especial en los pacientes que se presentan hipotérmicos. Complementariamente se acostumbra a determinar el recuento plaquetario sin que este nos informe acerca de la función, para lo cual se tienen las pruebas de adhesión y agregabilidad plaquetaria también con sus limitantes, debido a la baja sensibilidad para detectar el efecto de dosis bajas de antiagregantes plaquetarios. El nuevo abordaje de la activación de la coagulación se sustenta sobre la base en que las 2 vías tradicionales interactúan concomitantemente con las plaquetas y otras células, como monocitos y fibroblastos, lo que nos conduce a entender la propiedades viscoelásticas de la sangre postuladas por el doctor Kang et al. para el manejo de la coagulopatía durante el trasplante hepático y la cirugía cardíaca con circulación extracorpórea. Esto ha sido posible gracias a la tromboelastografía, que evalúa las diferentes fases de la coagulación, que se inicia con el tiempo de reacción que corresponde a la generación de tromboplastina y refleja la función del sistema intrínseco, especialmente la actividad de los factores XII, XI y VIII, seguido por el tiempo de coagulación, que mide la velocidad de formación de un coágulo de cierta solidez debido a la función del sistema intrínseco, las plaquetas y el fibrinógeno, seguido de la evaluación de la fibrinólisis y otras medidas, como el ángulo alfa —que representa la velocidad de formación de un coágulo sólido—, la máxima amplitud —que será la amplitud más grande que tiene el coágulo y es una función de la elasticidad del coágulo—, y finalmente el índice de lisis del coágulo, que es el porcentaje del coágulo que ha presentado fibrinólisis en 30 min.

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2012-08-27   |   696 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 40 Núm.3. Julio-Septiembre 2012 Pags. 173-174 Rev col anest 2012; 40(3)