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La disfunción eréctil (DE) es la incapacidad recurrente o persistente para tener o mantener una erección firme, lo cual se ve reflejado en una buena calidad de vida sexual. Su incidencia en México es de aproximadamente 52% entre los hombres de 40 y 70 años de edad, en diferentes grados, desde leve, moderada o severa, siendo más frecuente la primera. Durante mucho tiempo la hemos visto como consecuencia de enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión, dislipidemias, etc. Sin embargo, en los últimos años esto ha cambiado y se observa como un marcador clínico de enfermedades subyacentes que el mismo paciente desconoce que tiene. Una de las explicaciones sobre su asociación con alteraciones cardiovasculares está basada en los cambios sobre los vasos sanguíneos que condicionan una disminución del llenado a través de las arterias y una presencia de fuga venosa, lo cual ocasiona franca alteración en la calidad de la erección, todo esto mediado por lo que se denomina disfunción endotelial. Cuando se altera la circulación de las células de regeneración del endotelio, se daña el funcionamiento de éste, modificando la capacidad de contracción y distensión de las arterias para que haya un buen flujo sanguíneo.

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2012-08-27   |   552 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 35 Núm.410. Enero 2012 Pags. 4 Prescripción Médica 2012; 35(410)