Autores: Escudero Eduardo M., Ronderos Ricardo E., Corneli Diomedes B.
La presencia de dolor anginoso con evidencias de isquemia miocárdica sin encontrar lesiones definidas en vasos epicárdicos en un significativo número de pacientes, llevó a varios investigadores a considerar que la enfermedad o disfunción de la microcirculación coronaria puede ser la base fisiopatológica que permita interpretar esas alteraciones. En los últimos años, los conocimientos de la fisiología de la circulación coronaria, principalmente los relacionados con la microcirculación, han avanzado sustancialmente, aportando nuevos fundamentos en esa dirección. La necesidad de conocer el estado de la perfusión miocárdica para la resolución de problemas clínicos concretos ha determinado el desarrollo de diversas metodologías que permiten su estudio, comprendiendo un amplio rango que va desde las que se aplican para estudios in vitro hasta las utilizadas en el hombre. La reciente incorporación de sustancias ecorrealzadoras que, inyectadas por vía endovenosa, atraviesan el capilar pulmonar y llegan a las cavidades izquierdas, ha generado un significativo interés en la aplicación del estudio de ecocontraste para el análisis de la perfusión miocárdica. Si bien clásicamente se considera que el principal factor de regulación del flujo a nivel de la microcirculación se basa en factores metabólicos, en la actualidad se sabe que diferentes sustancias provenientes del endotelio vascular juegan también un significativo rol en esos mecanismos. Es así que la liberación de adenosina, dióxido de carbono o protones por parte del miocito se asocia a la síntesis de factor de relajación endotelial, óxido nítrico, prostaglandinas o factor natriurético por parte de las células endoteliales en respuesta a cambios en las fuerzas que la sangre ejerce sobre las paredes del vaso (tensil-stress y/o shear stress) para la regulación del flujo. El empleo del eco-contraste para el análisis de la perfusión miocárdica tiene sobradas evidencias experimentales y en su aplicación en el hombre. Sin embargo, la opacificación del miocardio generada a partir de la administración de ecorrealzadores depende de varios factores que no son solamente el estado de la microcirculación coronaria. Varios interrogantes no han sido aún resueltos como que las imágenes obtenidas pueden representar solamente el volumen de sangre en los vasos y no el flujo. Por otra parte, evidencias experimentales han demostrado que a través del análisis de la intensidad de la señal generada cuando la sustancia de contraste llega a determinadas regiones en función del tiempo, se puede cuantificar el flujo regional. En el futuro las investigaciones basadas en los avances tecnológicos en las diferentes áreas deberán integrar los estudios de biología molecular, la realización de mediciones de parámetros fisiológicos y la utilización de técnicas no invasivas para dilucidar diferentes aspectos de la fisiología y la fisiopatología de la microcirculación coronaria. En este escenario el eco-contraste se constituye en una importante herramienta que posiblemente, en un futuro no muy lejano, se transforme en la técnica de elección para evaluar perfusión en forma no invasiva en el hombre.
2012-09-03 | 2,371 visitas | 1 valoraciones
Vol. 30 Núm.1. Enero-Marzo 2001 Pags. 53-61 Rev Fed Arg Cardiol 2001; 30(1)