Desde que el platino se incluyó en el arsenal terapéutico en Oncología, ha sido considerado como una potente sustancia antitumoral, muy efectiva en el tratamiento de tumores como el cáncer del ovario y el testículo, donde se obtienen elevados porcentajes de remisiones completas estables y duraderas, e incluso curaciones, a pesar del estadio avanzado de la enfermedad tumoral de muchos pacientes. La limitante mayor de este producto es su nefrotoxicidad. Por tanto, es muy importante que alguna sustancia sea capaz de prevenir esta toxicidad; éste es el caso del amifostine, sustancia, que es un análogo de la cisteamina, que se encontró en los Estados Unidos durante un tamizaje de más de 4 000 compuestos sulfridílicos, que tenía como objetivo encontrar un producto protector de los efectos letales de las radiaciones ionizante. Se encontró que su uso protegía la piel y la médula ósea de los efectos secundarios de las radiaciones ionizantes, sin evidencias del aumento de la resistencia de las células tumorales. En este sistema de estudios experimentales, se encontró cierto grado de protección contra la nefrotoxicidad inducida por el platino, sin modificar la acción terapéutica del producto. Su administración puede producir hipotensión arterial y náuseas, y al inicio se manejó con precaución por la posible asociación del amifostine y el platino, con relación a la émesis y la nefrotoxicidad. Sin embargo, se encontró protección de la toxicidad renal y neurológica del producto, sin disminuir los efectos antineoplásicos.
Palabras clave: Amifostine reduccción de la nefrotoxicidad platino antitumoral cáncer de ovario cáncer de testículo.
2003-02-22 | 818 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 15 Núm.1. Enero-Abril 1999 Pags. 70-71. Rev Cubana Oncol 1999; 15(1)