Han pasado 10 años desde la publicación del primer reporte derivado del estudio Women’s Health Initiative (WHI) de los Estados Unidos; quizá el estudio clínico más grande, ambicioso y costoso de la historia, financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Este estudio pretendía mostrar el impacto de la terapia hormonal de reemplazo (TH) o la terapia estrogénica (TE), en mujeres sin útero, en la prevención de las principales enfermedades crónicas causantes de incapacidad o muerte, así como documentar los posibles efectos secundarios asociados a los mismos. El estudio también incluyó una cohorte observacional y otra de intervención alimenticia. La polémica comenzó porque parte de los resultados del brazo de terapia hormonal combinada continua, detenida prematuramente por el Comité Monitorización de Datos y Seguridad al rebasarse los estrechos límites de eventos previstos al tratarse de un estudio supuestamente de prevención primaria por una disminución en la observación de eventos en el grupo control, fueron “misteriosamente” filtrados primero a la prensa laica y posteriormente publicados en la literatura científica.
2012-10-01 | 840 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 10 Núm.4. Julio-Agosto 2012 Pags. 137-138 Rev Metab Óseo y Min 2012; 10(4)