Autor: Rivera Campos Jaime
La deficiencia de hormona del crecimiento (DHC) es un problema que se observa en niños y adultos. Después de que el crecimiento llega a su fin, en la edad adulta, esta hormona sigue produciéndose, ya que tiene diferentes funciones en el cuerpo y es la más abundante de la glándula pituitaria adulta. Por tanto, es de vital importancia reponer sus niveles. Este déficit se debe a diferentes causas: lesiones en el cerebro o la glándula hipófisis, presencia de tumores o metástasis, secuelas de operaciones o radioterapia, presencia de AVC; así como a causas congénitas, observándose desde la niñez. En las lesiones orgánicas hipofisarias, como norma general, es más probable la afectación de HC y gonadotropinas que la de hormonas tirotropa y corticotropa. Se ha estimado en 45% la probabilidad de DHC en pacientes con afectación hipofisaria si no existen otras deficiencias de este tipo, y hasta en 100% en caso de presentarlas. Cuando se presenta DHC en la infancia, persiste en la edad adulta si se debe a causa orgánica, pero si el problema es idiopático puede que no se conserve. La HC mantiene músculos, huesos y tejidos grasos en equilibrio saludable. No es fácil identificar los efectos del DHC en adultos, pero pueden ser apreciados investigando la composición corporal. Dado que la HC mantiene una cantidad adecuada de grasa, músculo y hueso, si existe DHC estas partes de nuestro cuerpo presentan descompensaciones. La grasa se deposita con mayor facilidad, especialmente alrededor de la parte media del abdomen, lo que los médicos denominan grasa visceral o abdominal. Los músculos también cambian, lo que significa menos masa y capacidad para realizar ejercicio. También los huesos se vuelven más débiles (osteoporosis debilitante). Los adultos experimentan un problema adicional, tendrán un cambio en el contenido de colesterol (mayor nivel de colesterol total).
2012-10-10 | 1,214 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 35 Núm.415. Junio 2012 Pags. 1 y 3 Prescripción Médica 2012; 35(415)