Continuamos haciendo historia

Fragmento

Los cubanos seguimos haciendo historia, esta vez sus protagonistas son los hombres y mujeres de batas blancas con que cuenta la salud pública cubana, inmersos todos en un proceso de reorganización, compactación y regionalización asistida de los servicios. La pregunta que muchos pueden hacerse, dentro o fuera de Cuba es: ¿Por qué un nuevo proceso?, ¿qué tanto nos falta por hacer?, la respuesta no se hace esperar, si estamos convencidos de la realidad que nos ha tocado vivir, inmersos en un mundo cada vez más globalizado, con un desarrollo acelerado de la ciencia y la técnica, que nos obliga —como tal vez a ningún otro país en el planeta— a disponer de servicios más eficientes, racionales, sostenibles y sobre todo, que se presten con la calidad necesaria para satisfacer las demandas, que en materia de salud tiene la población cubana, solo así, podremos avanzar y solo así, podremos conservar una de las mayores conquistas sociales de estos 53 años: La Salud Pública Cubana. Todo este proceso se desarrolló en los tres niveles de salud, y en todas las instituciones del sistema, se priorizó el fortalecimiento del nivel primario de atención, y el llamado a la necesidad de rescatar los conceptos fundacionales, del Programa del Médico y Enfermera de la Familia. Los resultados hasta el momento nos hacen optimistas porque con la existencia de más de 11 mil consultorios, se ha elevado la permanencia y estabilidad del médico y la enfermera de la familia en su comunidad, el número de atenciones realizadas a partir del perfeccionamiento del proceso de dispensarización, y se ha retomado el análisis de la situación de salud, como proceso que singulariza el trabajo del equipo de salud.

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2012-10-10   |   575 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 28 Núm.2. Abril-Junio 2012 Pags. Rev Cubana Med Gen Integr 2012; 28(2)