Autor: Viniegra Velázquez Leonardo
En este ensayo, se parte de considerar que la disponibilidad de la información en el campo de la salud es inabarcable para cualquier estudioso y con mayor razón para un alumno. De ahí la necesidad de dar prioridad, en los programas educativos, al desarrollo de aptitudes para criticar la información: reconocer los méritos y los deméritos metodológicos de un trabajo, su relevancia y su aplicabilidad. De acuerdo a la perspectiva participativa de la educación, aprender a leer de manera crítica es parte del desarrollo de las aptitudes metodológicas dentro de las que distingo: 1) la lectura crítica de informes de investigación; 2) la lectura crítica de textos teóricos; 3) la realización de investigaciones factuales (el mundo de los hechos) y 4) la realización de investigaciones teóricas (el universo de las ideas). Este trabajo sólo se refiere a las dos primeras. 1) La lectura crítica de informes de investigación debe partir, para ser fructífera, de situaciones problema propias del lector. Consta de tres componentes: a) Interpretar, que incluye lo metodológico, como el reconocimiento del tipo de estudio y de diseño, de las características del instrumento de medición, de los procedimientos de observación o el reconocimiento de códigos, tablas o gráficas (lo explícito); otros aspectos aluden a lo que se da por sentado sin cuestionamiento como “las lógicas” y las ideas implicadas (lo implícito). b) Enjuiciar, son valoraciones sobre lo interpretado, como la credibilidad de los datos con base en la metodología utilizada, la relevancia de las ideas subyacentes o la aplicabilidad de los resultados o recomendaciones al contexto del lector. c) Proponer, idear enfoques, diseños o procedimientos que mejoren o superen lo realizado por los autores en alguna(s) de sus diferentes facetas. 2) La lectura crítica de textos teóricos es más productiva con las fuentes primarias del tema, asunto o problema tratado. Son las aproximaciones a la medicina y a la educación que parten de las ciencias sociales o las humanidades, donde la crítica teórica encuentra verdaderos desafíos. Esta aptitud consta también de tres componentes: a) Interpretar: identificar la estructura y organización del discurso, la problemática a la que pretende responder, los enfoques teóricos implicados, la idea directriz, las principales propuestas o los argumentos que las sustentan. b) Enjuiciar: distinguir entre lo esclarecedor o lo confuso, lo fuerte o lo débil, lo relevante o lo trivial, lo penetrante o lo superficial del discurso criticado. c) Proponer, idear perspectivas, planteamientos o argumentos que superen el texto teórico en cuestión. Se destaca como imperativo inaplazable, que la formación de los médicos priorice el desarrollo de aptitudes cognitivas que les confiera creciente autonomía en su aprendizaje, que haga posible el perfeccionamiento de sus habilidades profesionales, dotando a sus acciones de alcances progresivos en beneficio de los pacientes.
Palabras clave: Lectura crítica; perspectiva participativa de la educación; educación médica; aptitudes metodológicas.
2012-10-15 | 1,077 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.4. Octubre-Diciembre 2012 Pags. 199-209 Inv Ed Med 2012; 1(4)